Del mismo modo que a quien se deba realizar una ecografía se le solicita que ingiera cierta cantidad de líquido o a quien se haga un análisis de sangre se le indica que acuda al centro de estudios en ayunas, la Lectura del Rostro, como toda técnica de análisis, tiene sus condiciones "ideales", que deberían darse para poder hacer un Estudio del Rostro acertado. Por esto, sería más que favorable si el Consultante interesado en examinar su rostro, pudiera facilitar, a los fines de hacer un examen exhaustivo y preciso:
Para examinar el rostro, en plan morfopsicológico, tres fotografías: Una del rostro visto de frente y otras dos de los perfiles (sería ideal que se pueda apreciar bien incluso la oreja). Ambas deben ser actuales (para poder observar la situación “aquí y ahora”). El rostro debe estar derecho (ni bajando el mentón ni subiéndolo y es preferible que el cuello no esté excesivamente inclinado). Para esta instancia de análisis de las formas faciales se recomienda una pose relajada y se prefiere que no haya accesorios que dificulten el análisis (anteojos de sol, sombreros, etc.). De ser posible, la luz ambiental debe estar repartida por igual (ya que las sombras podrían distorsionar la imagen, impidiendo la correcta visualización de la superficie facial). Es importante que la imagen no esté retocada digitalmente (que no esté girada, puesta "en espejo", y que sus proporciones se mantengan exactas). Además será útil conocer si la persona que Consulta es "diestra" o "zurda".
Para el análisis de las acciones faciales, resultará útil contar con fotografías casuales de diferentes situaciones y, de ser posible, para una observación más efectiva, tener una entrevista “cara a cara” o material en video, para analizar el rostro en movimiento.
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